OPINIÓN

Debates y Santiago Tuxtla

Los Políticos

Salvador Muñoz

Estrategia… al final es estrategia el hecho de que un candidato a cualquiera de los cargos en disputa en nuestra entidad, no acuda a participar en un debate.

El contrincante, el que sí va, el que da la cara, le puede decir miedo y del otro lado, precaución, pero se resume en estrategia porque saben los “coachs” del candidato o candidata “cobarde” que si van, estarán expuestos a todo, a la falta de argumentos, de ideas, de propuestas y de eso, muchos reeleccionistas nos convidaron tanto; aunque la ausencia en el debate no es exclusiva de ellos.

El debate de cierto modo, es la gran oportunidad de los ciudadanos de pasar al ruidoso “jingle” de todos los candidatos, a oírlos en serio, con ideas resumidas en segundos pero también de conocerlos, ver sus rostros tan diferentes a los de los espectaculares, a las de las mantas, a los de las redes… ¡bendito photoshop! ¡benditos filtros!

Salvo su mejor opinión, quizás por la pandemia, quizás por la crisis económica que atraviesan muchas familias en estos momentos, quizás por la falta de ideas, quizás por las ocurrencias, es que los debates no generaron tanta expectación en el ciudadano como en otras ocasiones…

Esa falta de motivación en torno a los debates da lugar a una zozobra que no es nueva y que formulo en pregunta: ¿será que el ciudadano prefiere el debate en las redes sociales porque allá no hay reglas tan estrictas, y se da pie a la descalificación, a la mentira, a la falacia, al insulto por encima del argumento?

En Santiago Tuxtla bien podemos hablar de las ventajas y las desventajas de quienes participaron y no en el debate convocado por el OPLE; entre los candidatos a diputado local.

De los 10 aspirantes a una curul en ese distrito, al principio, sólo cuatro fueron los que aceptaron darle la cara al ciudadano. A la mera hora, ¡se rajaron dos, la de Veracruz Va, Miriam del Rocío Méndez Gamboa; y el de Movimiento Ciudadano, Carlos Flores Calderón. Sólo acudieron la candidata de Podemos, Esmeralda Lilí López, y el de Fuerza por México, Vicente Luna Hernández.

Repito: De 10 interesados en ser voz de los vecinos de Santiago Tuxtla, sólo dos dieron la cara.

Ubicados en el contexto geopolítico de este debate, hay que tomar en cuenta una cosa: los vecinos de este distrito quieren conocer a sus candidatos, ver qué dicen o en un momento, hasta con qué pendejadas salen. Acá no fue el caso.

La percepción al final del debate entre dos, dejó mejor posicionado a Vicente Luna, y no porque haya sido mala Lilí… a fuerza de ser sinceros, Luna tiene años en estos ejercicios políticos; se las sabe de todas, todas; y conoce el distrito no sólo en su territorio, sino también en sus necesidades.

En Santiago Tuxtla ya ubican a Vicente como opción, como voto útil para oxigenar a los cuadros políticos del distrito

Por cierto, circula en Santiago una encuesta que pone en primer lugar a Liliana Castro Muñoz, representante de Morena. En el distrito bromean esa posición diciendo que ¡cómo no! si es la cuarta vez que la ponen de candidata: En 2015, a la federal; 2017, a regidora primera; 2018, diputada local y 2021, vuelve a repetir… el resultado, ya lo conocen los santiaguenses…

También es cierto que entre las mismas militantes de Morena hay enfado, molestia, porque el padrino político de Liliana Castro, Manuel Huerta, de un plumazo, borra en cuatro procesos electorales, la oportunidad para cualquier otra militante del distrito de Santiago Tuxtla. Ojo, porque baste echar un ojo, y por eso se entiende que en este distrito ningún municipio gobierne Morena.

Como sea… con tanta experiencia en procesos electorales, se extraña que Liliana Castro no se haya aventado a echar un round de argumentos, de propuestas, de ideas en un debate.

smcainito@gmail.com

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