OPINIÓN

Los nuevos caminos de la comunicación

Revelaciones

Margarito Escudero Luis

Los tiempos cambian y los paradigmas se rompen haciéndose añicos y se convierten en nostalgia.

Hoy, el periodismo atraviesa por un momento de transformación, una vez más, lo viejo contra lo nuevo, lucha de unos por no caer y de los otros por imponer las novedades. (Siempre gana lo nuevo)

La comunicación que toda autoridad debe tener con el pueblo en un régimen democrático, durante años se hizo de una manera, de acuerdo a las herramientas disponibles, siempre cambiante, se fueron actualizando de acuerdo a las posibilidades del presupuesto; por ejemplo, de las maquinas de escribir mecánicas a las electrónicas, que en un corto lapso tuvieron que dar paso a las computadoras. Y así con todo lo demás, de la libreta a la grabadora; de los rollos fotográficos a las cámaras digitales, del papel a la radio y luego a la TV y ahora el brinco es hacia internet y las redes sociales.

Estas últimas llegaron a transformar el mundo de la comunicación de una forma total y contundente, golpe dado al personal que se acostumbró a trabajar de una forma específica, colocándolos de golpe en una situación casi imposible, con un desconocimiento de la nueva tecnología y peor, negándose a aceptarla.

La batalla es especialmente en contra de aquellos que incorporan internet al quehacer periodístico, bueno o chafa, es una forma diferente de hacerlo y, sin duda, irá perfeccionándose tal como sucedió en otros tiempos, para bien del periodismo.

Hoy en las oficinas de comunicación social están ponderando los textos cortos con mucha imagen o video, alejándose poco a poco de los diarios y revistas de papel, de la radio y de la TV para enfocar baterías en internet y las redes sociales.

Sin embargo, el trabajo profesional en redes es tan diverso, que es muy difícil evaluar con precisión ya que, cada reportero, cada periodista es un medio de comunicación diferente, con intereses y preferencias distintas.

A eso le sumamos las facilidades que ofrece la tecnología a cualquier ciudadano con teléfono inteligente, para poder registrar cualquier acontecimiento que atestigüe.

El otro enfoque, está en la inversión económica que pueda hacer la oficina de que se trate para modernizar constantemente el equipo digital.

Mientras los periodistas que buscan incorporarse a lo nuevo, lo hacen con los métodos de lo viejo, así que todavía falta, por lo menos en nuestro entorno, alcanzar un lenguaje propio de acuerdo a las necesidades de comunicación que se presenten.

Pero, como se trata de un proceso de transición, es necesario amalgamar la experiencia con lo nuevo, ya que la tecnología se impone con fuerza y eso obliga a una capacitación constante y, solo quienes estén dispuestos a transformar sus propios conocimientos, lograren continuar vigentes.

Son tiempos de capacitación y aprendizaje constante, ya no se puede dejar que la experiencia lo resuelva, sino que se deben buscar maneras de aprender utilizando la red, ahora que desde YouTube se inventaron los llamados tutoriales, que además, hace diferente la forma de enseñar y de aprender.

De igual forma, la pandemia de Covid19 obligó a la humanidad a poner los ojos en internet, joven o viejo, empresario u obrero, hombre o mujer, todos buscamos en su momento, la conexión a la red para poder comunicarnos.

El quehacer político no está exento, por lo tanto reconoce que la atención ciudadana está puesta en las redes sociales y, para que estas funcionen correctamente, se debe contar con equipo suficiente, de buena calidad e internet poderoso para que el mensaje llegue nítidamente y con fuerza al destinatario.

Continuar alimentando opciones que de golpe fueron obsoletas, es mantener un estatus que parecería más complicidad que efectividad.
Por otro lado, las redes sociales deberían diversificarse, porque en México solo unas cuantas acaparan a la mayoría de la población, dando una sensación de monopolio y nuestro país no cuenta con una red alterna nacida de creadores mexicanos y que sea apoyada tanto por el gobierno como por los usuarios.

Por lo tanto, los periodistas estamos ante una situación en donde no queda más camino que incorporar las nuevas herramientas al quehacer profesional y sumarnos en esta nueva aventura de la humanidad.

Todo un extenso campo para explorar.

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