OPINIÓN

La otra colonización

Revelaciones

Margarito Escudero Luis

La Historia de nuestro país nos cuenta de situaciones insostenibles para el grueso de la sociedad, y siempre llegó el momento del hartazgo que llevó a las personas de aquellos tiempos a rebelarse contra el orden social y político y lucharon por cambiarlo.

Así, se hartaron los hijos de españoles nacidos en México y, junto con la nueva raza mestiza buscaron la forma de safarse del yugo español.

De esa forma se construyó un nuevo orden social, económico y político que terminó gastándose con el paso de los años y, nuevamente la sociedad harta, decidió transformar su realidad.

Cuando triunfo la Revolución, se crearon nuevos esquemas de educación, enseñando a los niños y jóvenes el amor a la Patria, ponderando la lucha de aquellos personajes que se la rifaron para cambiar el destino del país, y entonces les llamamos Héroes.

Pero ese esquema revolucionario se convirtió en un peligro para una clase política que decidió alejarse de los postulados de aquel histórico movimiento y ante los reclamos de una juventud consciente y politizada, decidió usar la fuerza de las armas para aplastar cualquier intento de sublevación.

Entonces cambiaron los programas educativos, los valores cívicos fueron escondidos y dejó de fomentarse el amor a la Patria.

Ese error fue aprovechado por las fuerzas extranjeras que siempre estuvieron pendiente del momento adecuado para regresar a apoderarse de la riqueza nacional que les fue expropiada.

Y desde el extranjero, se fomentó el amor al dinero, a los héroes ficticios del cine y la televisión, se ponderó el individualismo, se tráfico con drogas, en fin, que es una guerra de baja intensidad que ha socavado la mentalidad de los mexicanos.

Si pueden ver, en México no hay grandes logros científicos, ni se invierte en investigaciones y siempre se busca la manera de burlarnos de nosotros mismos.

Pero todavía existe una generación de mexicanos que tuvimos el sueño de ser un país libre, capaz de valerse por sí mismo, con el amor a la Patria metido en los huesos, que vimos como poco a poco se extranjerizaba nuestra cultura, los talentos nacionales preferían ir donde se les valorara.

Hoy, algunos jóvenes con mentalidad agringado critican el hecho de que una persona mayor, integrante de una generación a punto de terminar, hable del futuro.

Se burlan de quien busca la oportunidad de que otros mexicanos en el futuro puedan contar con un país propio, próspero y con la certeza de que las riquezas de la nación dejarán beneficios a aquellos mexicanos que aún están por nacer.

Esos ciudadanos que piensan en inglés, componen en inglés y ven a sus compatriotas como menos ante el extranjero, son los soldados enviados a derrotar a los otros mexicanos que sí creen en un futuro prominente.

Mucho tiempo dejamos pasar, se permitió la colonización cultural y muchos terminaron despreciando lo propio.

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