Números Rojos
Brenda Caballero
Unos pechos al aire en la noche de Carnaval del sábado fueron suficientes para que se desatara una polémica que raya un poco en lo absurdo, desde mi punto de vista.
Me refiero a Luna Bella, mujer a la que identifican como “Inlfuencer” y “estrella porno”, a quien en particular, no me era conocida.
Ocurrió que al grito de “mucha ropa, mucha ropa”, Luna Bella, quien iba en un carro alegórico, se despojó de su brasiere y continuó el desfile así, con los pechos al aire.
¡Para qué! ¡Eso fue suficiente para que en las redes sociales alzaran la voz en nombre de la Moral y los Buenos Principios!
Perdón, pero creo que en pleno siglo XXI, seguimos satanizando al cuerpo de la mujer… y más si se trata de sus pezones, porque eso es lo que parece indignarles a sus críticos: sus pezones, no sus senos porque no se necesita ser un genio para imaginar que en varios carros alegóricos de la mayoría de los carnavales que se celebran alrededor del mundo, hay mujeres enseñando los pechos pero cubriéndose los pezones. Entonces eso sí no es tan “vulgar”, como lo calificaron en las redes.
Algunas quejas refirieron que el Carnaval había dejado de ser “familiar”. Aquí en mi opinión hay una confusión. Los carnavales no son aptos para niños en determinado horario, pues hay alcohol, destrampe, libertinaje, y esto no es nuevo… La historia nos puede hablar de esa permisividad que se le da al cuerpo durante estas celebraciones.
Si usted lleva a un niño al Carnaval, le aseguro que debe haber un horario para ellos, porque si no, ¿Cuál sería el chiste de coronar Rey y Reina Infantil, verdad?
Pero volvemos a los “pechos escandalosos” de Luna Bella. ¿Por qué no indignan de la misma forma que el pecho descubierto de un hombre? Sólo ponga en su mente esa imagen, la de Luna Bella y la de cualquier varón con el torso desnudo ¿y cuál es la diferencia? Son dos personas exhibiendo parte de su cuerpo en un espacio que supone la celebración, hay lugar, porque fuera de él, fuera del Carnaval, es seguro que Luna Bella no ande mostrando su desnudez porque le griten “¡Mucha ropa! ¡Mucha ropa!”
¿Indignación por unos pechos al aire en el Carnaval de Veracruz? Hay cosas más preocupantes por las cuales indignarnos… ¡como la violencia contra las mujeres, las niñas y niños! ¡como la inseguridad en nuestras calles! ¡como los feminicidios! ¡las desapariciones! ¡Hasta la inflación, si quiere! ¡Eso indigna más que un par de silicones!, perdón: ¡que unos pezones!
Seamos realistas: Luna Bella también mostró las nalgas, y de ellas nadie se quejó… a lo mejor porque un pequeño “hilo dental” le cubría la división de ambas.
Hubo tanto revuelo por los pechos de Luna Bella que hubo voces que exigían al Pollo Pérez Fraga que se pronunciara al respecto… ¿Se imaginan al Pollo haciéndola de Santa Inquisición? ¡Vamos! A Paty Lobeira –que casi-casi linchan– por poco le pedían la suspensión del Carnaval.
Situemos a Luna Bella en su contexto, en su justo contexto, así como al público testigo en esa noche de Carnaval del sábado. ¡Exacto! En un carnaval… así que pedir que el Carnaval sea de corte familiar, es como pedir que en la Pasión de Cristo no se “lacere” ni “crucifique” a Jesús para no generar violencia…
Al final, creo que el pecho de una mujer guarda un estigma tan fuerte, que por eso hoy en día, se sigue viendo mal que una madre amamante a la vista de todos a su bebé; o que haya mujeres que en forma de protesta muestren sus senos… o simplemente Luna Bella, en el Carnaval de Veracruz, exponga sus pezones al aire…
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