Juan Arcos
Xalapa, Ver.- En el estado de Veracruz solo hay cinco perros certificados para la búsqueda de personas en vida, reveló Alfredo Mario Quintana García, director general de Servicios Caninos Profesionales (SCP).
El especialista impartió la conferencia “Origen e importancia de las brindada de búsqueda y rescate” en la Facultad de Ciencias Administrativas y Sociales (FCAS) de la Universidad Veracruzana (UV), donde indicó que a nivel nacional se estima que solo hay 30 canes certificados.
El entrevistado recordó que los canes que ha entrenado tuvieron la oportunidad de participar en rescates importantes a nivel nacional, pues se sumaron a las brigadas de búsqueda tras el sismo del 19 de septiembre de 2017.
Después de esos hechos, indicó que la Federación Canófila Mexicana les otorgó la medalla al mérito, el más alto galardón que entrega la misma, por el desempeño de su equipo voluntario trabajando en el terreno.
Quintana García inició en los años 90 con la inquietud de ayudar a las personas sin perros de búsqueda y desde el año 2000 ha colaborado estrechamente con el gobierno del estado, de manera voluntaria, con perros de salvamento en distintos escenarios.
Seis años después, fue uno de los primeros mexicanos, junto con Rodolfo Núñez, en obtener una certificación internacional avalada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para la actividad de perros de salvamento, en la modalidad de terremoto y búsqueda en grandes áreas.
“A partir de entonces hemos estado participando activamente en certificaciones y pruebas de relevancia internacional”, detalló el especialista durante su visita a la zona universitaria de Arco Sur.
Un perro operativo para la búsqueda y rescate se desarrolla en un periodo de dos a cuatro años, pero pueden verse reflejadas sus habilidades desde un mes de entrenamiento.
Alfredo Mario cuenta con siete perros adiestrados, mismos que han participado en labores de asistencia y búsqueda de alpinistas en el Pico de Orizaba, pero también en rescates de personas en el río Filobobos y Huitzilapan, así como en la zona de Coasutlán por un deslave.
El último escenario donde trabajaron, en escala de magnitud elevada, fue la Ciudad de México tras el sismo de septiembre de 2017.
El especialista estuvo acompañado de dos perros adiestrados en la conferencia: Itzali, una pastor belga malinois, de diez años, y Codi, un pastor alemán, de cinco años de edad.