Juan Arcos
Xalapa, Ver.- Antonio Velasco Santiago tiene un pequeño puesto de botanas, donde ha registrado pérdidas económicas del 80 por ciento, debido a que el regreso a clases no fue presencial.
El señor tiene 59 años y durante cuatro décadas se ha dedicado a la elaboración y comercialización de pepitas, semilla de cáscara, cacahuates y chicharrones.
Sin embargo, la pandemia del SARS-COV-2 (COVID-19) lo dejó prácticamente sin clientela por el confinamiento.
“El regreso a clases virtual nos afecta a distintos tipos de comercio, principalmente a los de uniformes, papelerías y a nosotros también, porque los chicos están encerrados en su casa y no pueden salir a divertirse un poco a las calles por lo mismo de la pandemia”.
Don Antonio también vende dulces y cigarros en un puesto semifijo del parque Miguel Hidalgo de Coatepec, mismo que permanece cerrado desde el pasado 30 de marzo por la contingencia sanitaria.
Desde hace dos meses, autoridades municipales otorgaron un permiso para que habilitara su espacio comercial sobre la calle Jiménez del Campillo, junto a la Casa de la Cultura, muy cerca del Colegio de México.
“Pero las escuelas están cerradas, ni los maestros van. Tengo una hija que es maestra y también está virtualmente dando clases ahorita”.
El comerciante bajó su producción de botanas, de manera considerable. Antes de la pandemia, preparaba dos kilogramos de chicharrón y actualmente solo elabora medio kilogramo.
Velasco Santiago lograba vender hasta cinco kilogramos de pepita, en un domingo. Pero, ahora, sólo comercializa un kilogramo cada cuatro días.
El señor oferta bolsas con pepitas o chicharrón en solo diez pesos, en un horario de 12:00 a 20:00 horas, de lunes a domingo.
Además, mencionó que, hasta el momento, no ha recibido ningún apoyo económico por parte del gobierno estatal o federal, para hacer frente a la emergencia sanitaria.
