Juan Arcos
Xalapa, Ver.- Una bolsa negra atada con un alambre cubría la cabeza y parte del rostro de una mujer, quien, en un performance, aparentaba ser víctima de una desaparición forzada.
La joven tenía descubierto su cuerpo de la cintura hacia arriba. Usaba sus manos para cubrir sus pechos. Además, pintura roja escurría en su piel, simulando la sangre que derramaban heridas cerca de su vientre, mismas habían sido colocadas con maquillaje.
“Mándame un mensaje cuando llegues”, se leía en su pecho y, “al rato regreso”, en su espalda, cuya conversación ocurre con frecuencia cuando los hijos salen de casa y piden permiso a sus padres.
Decenas de integrantes de colectivos de familiares de desaparecidos protestaron frente a Palacio de Gobierno, durante el Día Internacional de las Víctimas de Desaparición Forzada.
Los familiares colocaron fotografías y participaron en una misa virtual para pedir por las personas que han sido víctimas de desaparición forzada en el estado de Veracruz.
Se habla de casos de dicho delito que ocurrieron desde el año 2008 y que, hasta el momento, no han sido esclarecidos, pues las personas no han sido localizadas y nadie ha sido proceso penalmente por dicho motivo.
Sobre la calle Juan de la Luz Enríquez, las personas hicieron un pase de lista y mencionaron los nombres de decenas de desaparecidos.
De acuerdo con Carlos Saldaña Grajales, representante del Colectivo Enlaces Xalapa, las autoridades han sido “ciegas” a la realidad, pese a que las desapariciones forzadas son constantes en la entidad.
“Han querido cegar lo que en realidad se vive, lo que en realidad se ve, que es la inseguridad que hemos estado viendo en el estado y en todo el país”.
Él ha recorrido zonas de la comunidad El Chico, municipio de Emiliano Zapata, y otros lugares de la entidad, en busca de sus dos hijos: Karla Nallely Saldaña Grajales y Jesús Alberto Estrada Martínez (adoptivo), quienes desaparecieron el 29 de noviembre de 2011, una noche de antro.