OPINIÓN

Capacidades de las mujeres harán un sistema de justicia inclusivo y sensible

Por: Mayra Angélica Amador Pérez / Diputada suplente de Movimiento Ciudadano

Una vez pasada la polémica de la organización de las elecciones del Poder Judicial, es visible que existen oportunidades para mejorar la impartición de justicia en nuestro país debido a las cualidades de algunos perfiles de nuevo ingreso que generan esperanza de una mejoría sustantiva, entre ellos el de ciertas mujeres.

Para la integración de la nueva estructura de impartición de justicia que pasará a la historia, se consideró la equidad de género como un eje fundamental para garantizar una representación justa y balanceada entre mujeres y hombres en los cargos judiciales, haciendo posible el acceso a roles de liderazgo en la materia por igual.

Lo anterior permitió que se crearán listas separadas en todos los niveles, equilibrando tanto en la cantidad de mujeres y hombres en cada tipo de cargo (horizontal), como en los niveles jerárquicos (vertical).

Ahora se espera que con la visión femenina se enriquezca el análisis jurídico, especialmente en temas como violencia de género, derechos reproductivos y discriminación, construyéndose sentencias más empáticas y contextualizadas, mejorando así la calidad de las resoluciones judiciales.

Su participación también ayudará a prevenir prácticas discriminatorias y a promover el uso de herramientas como el Protocolo para Juzgar con Perspectiva de Género, que busca reconocer desigualdades estructurales, lo que no solo enriquecerá el sistema judicial, sino que lo transformará desde adentro.

En ese sentido es inevitable destacar el importante papel que desarrollará la cordobesa Paulina Elizabeth Ahumada Santana, licenciada en Derecho, maestra en Derecho Fiscal y especialista en Responsabilidades Administrativas y Sistema Nacional Anticorrupción, quien fue electa como magistrada del Tribunal de Disciplina Judicial en Veracruz.

Paulina Ahumada no es cualquier persona, conoce las entrañas del sistema y sabe dónde brotan las raíces de la corrupción al interior. Cuenta con más de 17 años de experiencia en la impartición de justicia, cimiento que construyó cuando laboró en el Tribunal Federal de Justicia Administrativa, donde publicó 28 tesis aisladas.

Actualmente se venía desempeñando como abogada litigante y docente en instituciones privadas, lo que le ha permitido estar actualizada.

Ella tiene la capacidad de generar los cambios necesarios que requieren los jueces de control para desempeñarse con autonomía y honradez, está acostumbrada a servir con honor y ética por lo que seguramente se enfocará en cumplir uno de sus principales compromisos de campaña, garantizar que los juzgadores actúen con integridad, decoro y transparencia para restaurar la confianza de la sociedad en el Poder Judicial.

En hora buena para todas.

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