Juan Arcos
Xalapa, Ver.- Don Franco Hernández Matus fue encarcelado por no venderle a un particular su terrero, ubicado a unos metros del mar en la playa Villa Rica, municipio de Actopan.
Una superficie de mil 170 metros fue despojada al señor, de 78 años. El área fue cercada con alambre de púas para impedir que él o sus familiares ingresaran.
El pescador utilizaba su propiedad para rentar palapas, mesas, sillas y espacios de estacionamiento a los turistas, así como para comercializar antojitos, tamales y otros platillos.
Sin embargo, ahora se encuentra en litigio y sus ingresos cayeron de manera considerable, pues sólo se quedó con un pequeño terreno donde tiene una palapa de unos diez metros de longitud y cinco de ancho.
La señora Victoria Tomasa “N” tiene una vivienda en la parte trasera al terreno mencionado. Para ampliar su propiedad, ofreció cinco mil pesos a don Franco por su espacio.
“Me dijo que me daba cinco mil pesos para que yo le dejara el terreno, yo no quise, es mi lugar de trabajo. Entonces, trajo gente y trajo la patrulla de Paso del Toro, al agente municipal de Tinajitas, y me metió a la cárcel a mí y a mi hijo por despojo”, relata.
Fue en 2006 cuando los policías los detuvieron y trasladaron al penal de Pacho Viejo, municipio de Coatepec, ubicado a unos 110 kilómetros de Villa Rica.
Don Franco contiene el llanto. Se siente impotente al no poder defender su propiedad. Fue aprehendido en la comunidad El Viejón, sobre la carretera federal Veracruz-Poza Rica.
Los oficiales no presentaron ninguna orden de aprehensión para arrestar al pescador, quien ha desempeñado esa actividad desde hace 50 años en dicho lugar.
Su hijo Ismael Hernández Martínez fue interceptado cuando salía de trabajar en la Planta Nucleoeléctrica de Laguna Verde; tampoco le mostraron una orden de arresto.
Al llegar al Centro de Reinserción Social (Cereso) le tomaron fotografías y sus huellas dactilares, donde reconocieron que no tenía antecedentes penales.
El señor tuvo que pagar 30 mil pesos de fianza y diez mil pesos a un abogado para alcanzar su libertad. Su sobrina labora en Estados Unidos y le prestó el dinero; sin embargo, tuvo que rematar en 48 mil pesos otra de sus propiedades para poder pagarle.
Por tal motivo, pidió la intervención del gobierno estatal y federal para que pueda recuperar las tierras que le despojaron.