ESTADO NACIONAL

Investigación revela desigual acceso a la información en Veracruz, uno de los estados más peligrosos para ejercer el periodismo

Redacción

Xalapa, Ver.- Un estudio reciente sobre el ecosistema mediático en Veracruz reveló que el acceso a la información es desigual, especialmente en regiones rurales e indígenas, donde prevalece la falta de conectividad, la escasa presencia de medios locales y la ausencia de información en lenguas originarias.

El levantamiento, realizado en 16 municipios del estado, documentó 70 proyectos periodísticos en los que laboran alrededor de 450 periodistas, de los cuales 199 son mujeres. Aunque la mayoría de los medios opera de manera privada, persiste una fuerte dependencia de los recursos públicos: casi la mitad de los encuestados reconoció que al menos el 50% de sus ingresos provienen de la publicidad gubernamental.

El estudio muestra que la plataforma más utilizada son las páginas de Facebook (64 de los 70 proyectos), lo que refleja la fuerte migración hacia redes sociales como principal vía de difusión. No obstante, este modelo se sostiene principalmente con contenido patrocinado, publirreportajes, creación de contenidos para clientes y financiamiento público.

En cuanto a la agenda informativa, más del 90% de los contenidos se enfoca en temas de interés local, sobre todo seguridad y convivencia, gobierno y política, así como calidad de vida y servicios públicos. La cobertura suele ser diaria y en tiempo real.

El análisis categorizó los territorios en cuatro tipos: bosques, semibosques, semidesiertos y desiertos informativos. Veracruz presenta cinco municipios en condición de “desierto informativo”: Acultzingo, Ciudad Isla, Emiliano Zapata, Playa Vicente y Uxpanapa. En estas zonas, caracterizadas por su aislamiento, marginación y presencia de grupos criminales, la población depende de radios de onda corta, cadenas de WhatsApp o vocerías oficiales.

Los “semidesiertos” corresponden a Las Choapas y San Andrés Tuxtla, donde varios medios han cerrado por falta de financiamiento o por la violencia. Poza Rica fue identificado como el único “semibosque”, con una oferta informativa limitada pero con esfuerzos por sostenerse.

En contraste, los municipios considerados “bosques informativos” (Xalapa, Veracruz puerto, Orizaba, Córdoba, Coatzacoalcos, Minatitlán, Acayucan y Martínez de la Torre) concentran la mayor parte de los medios y redacciones, aunque con alta dependencia de los recursos públicos.

El estudio también advierte que el ejercicio periodístico en Veracruz continúa marcado por el riesgo. De los medios encuestados, 16 reportaron amenazas directas, 14 agresiones digitales, 9 agresiones físicas graves y 8 presiones gubernamentales.

La organización Artículo 19 registra que, entre 2000 y 2025, han sido asesinados 31 periodistas en la entidad, lo que coloca a Veracruz como el tercer estado más peligroso del país para ejercer la profesión.

Con una población de 8 millones de habitantes —1.1 millones de ellos indígenas— y un alto rezago social, Veracruz enfrenta el reto de garantizar el derecho a la información en todas sus regiones, sobre todo en aquellas donde hoy prevalece el silencio informativo.

Aquí puedes ver la investigación: https://desiertosdenoticiaslocales.fundaciongabo.org/dashboard/index.html

México padece una seria aridez en el periodismo de calidad

El caso de Veracruz se inserta en una problemática nacional. El estudio Desiertos Informativos en América Latina, impulsado por la Fundación Gabo y liderado en México por la organización periodística Quinto Elemento Lab, mapeó los municipios donde no existen condiciones idóneas para ejercer el periodismo local.

En el país se estudió una muestra que representa el 14% del territorio nacional: 351 municipios en los 31 estados y la Ciudad de México, donde se identificaron 849 proyectos periodísticos. El resultado fue que 149 municipios (42.5%) son desiertos informativos, 93 (26.5%) semidesiertos, 61 (17.4%) semibosques y apenas 48 (13.6%) bosques informativos.

La investigación advierte que en casi la mitad del territorio analizado existen condiciones muy débiles para el ejercicio del periodismo local. En algunos municipios no hay medios ni periodistas, mientras que en otros la prensa está arrinconada por la violencia, la dependencia del financiamiento público o la censura y autocensura impuestas desde el poder político o el crimen organizado. Los territorios más afectados son rurales, indígenas y de alta marginación.

El levantamiento de información coincidió con cambios políticos y legales que inciden directamente en la libertad de prensa. En octubre de 2024, México inició el estudio bajo un nuevo contexto político: la llegada de Claudia Sheinbaum a la Presidencia y el fortalecimiento de la hegemonía de Morena en la mayoría de los gobiernos estatales, congresos locales y ayuntamientos.

En febrero y marzo de 2025, mientras se aplicaban encuestas a medios, ocurrió la desaparición del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), herramienta clave utilizada por periodistas para fiscalizar al poder público. Y entre abril y mayo de ese mismo año, se aprobaron nuevas leyes en telecomunicaciones, seguridad e inteligencia que organizaciones civiles consideran riesgosas, pues permiten al gobierno bloquear plataformas digitales, otorgar o retirar concesiones de radio y televisión con criterios políticos, e intervenir comunicaciones de periodistas y ciudadanos sin orden judicial.

En este contexto, el estudio concluye que México atraviesa una seria aridez en el periodismo de calidad, lo que impacta de manera directa en el derecho a la información de millones de personas.

Una crisis estructural en América Latina

La situación mexicana se refleja también en otros países de la región. De acuerdo con el análisis de Global Media Journal, en varios casos el periodismo local se desarrolla como una “iniciativa personal, fundada en el temor para evitar la represión”.

El origen del estudio se remonta a una investigación realizada en Argentina en 2020. A partir de esa experiencia, la Fundación Gabo decidió mapear los ecosistemas informativos en Argentina, Chile, Colombia, México y Perú, conformando una red de trabajo con organizaciones periodísticas y académicas locales.

Los resultados muestran una crisis estructural del periodismo local: en cuatro países analizados —Argentina, Chile, México y Perú—, los ecosistemas áridos (desiertos y semidesiertos) superan el 65% del territorio. Esto significa que la mayoría de las comunidades vive en contextos donde el periodismo es precario, inestable o limitado por la violencia.

Esta aridez no se reduce a la ausencia de medios: también se expresa en modelos de negocio frágiles, alta dependencia de recursos públicos, empleos sin seguridad laboral, censura, autocensura y riesgos para la seguridad de los periodistas. La mera existencia de medios no garantiza un ecosistema saludable, pues muchos operan con recursos mínimos, sin independencia ni sostenibilidad.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *