* Ofrecen un emotivo homenaje póstumo en la escuela donde estudiaban dos de los infantes.
Armando Azamar
San Andrés Tuxtla, Ver.- Bajo un día nublado y con gotas amargas que reflejaban la nostalgia y el dolor para familiares y amigos de la familia Durán Salazar, este martes 26 de agosto los cuerpos de Elma del Carmen Salazar Velasco de 33 años y sus tres pequeños hijos: Genesis de la Luz de 12 años, Mateo Ezequiel de 9 años y Lucas Isaac de 4 años de edad, partieron a su última morada.
Dejaron su hogar, esa casa que un día estuvo llena de risas, juguetes que quedarán guardados, momentos especiales que solo quedarán en el limbo, en el recuerdo de sus seres queridos; es difícil no sentir el hecho a flor de piel, cuando más que cubrir una nota periodística, te surgen el cúmulo de preguntas sin explicación ante un suceso donde una familia entera se fue junta, porque incluso ni la muerte los pudo separar.
Este martes, los cuerpos de Elma del Carmen y sus tres menores hijos, tuvieron un homenaje póstumo en donde de lunes a viernes llevaba a Génesis y a Mateo a recibir su educación, la escuela primaria Lázaro Cárdenas de la colonia Buena Vista, les dio el último adiós a sus dos escuelantes, pero también, a una madre de familia que a diario dejaba y recogía a sus hijos, en compañía del pequeño Lucas.
Maestros, alumnos y padres de familia se dispusieron a honrar su memoria con el pase de lista de Génesis y Mateo. Aún puedo oler ese aroma a rosas blancas que llevaban en las manos los pequeños estudiantes, y la incógnita en su mente tratando de digerir tan difícil acontecimiento.
Después, los cuerpos partieron a catedral de San José y San Andrés donde se ofició la misa de cuerpo presente. Allí, más personas esperaban el arribo de la familia Durán Salazar para darles el último adiós.
“Debemos estar preparados para morir”, entre tantas palabras de aliento del padre encargado de oficiar la homilía, y entender que nada puede consolar a familiares y seres queridos completamente rotos ante la pérdida de cinco integrantes.
Tras salir de catedral, una lluvia penetrante se dejó venir, como si la casualidad y la muerte se pusieran de acuerdo para ver llorar a un cielo que recibe en su reino a cinco almas que hoy ya descansan.
Los féretros fueron trasladados al panteón de esta ciudad, el momento más difícil llegó, imposible que las lagrimas no escurran ante un hecho que no nos hace indiferentes como humanos.
Del cuerpo de Stuart Humberto Durán Santander de 32 años de edad, fue sepultado en la ciudad de México, luego de la decisión de su familia. Separados en la distancia pero unidos en el reino de Dios.
Que en Paz Descansen.





