Juan Arcos/Darío Pale
Xalapa, Ver.- Jacinto Romero Flores había solicitado medidas de protección a la Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas (Ceapp) desde hace tres meses, tras la amenazas de muerte que había recibido, pero le fueron negadas.
Un grupo de sus compañeros protestó en el centro de la ciudad de Córdoba y posteriormente se trasladaron a Xalapa, para también alzar la voz en busca de justicia para el reportero y locutor de la radiodifusora Ori Stereo 99.3 FM, asesinado a balazos la mañana de este jueves en la localidad Potrerillo, municipio de Iztaczoquitlán.
Se trata del cuarto periodista asesinado en el estado de Veracruz, durante el actual gobierno de la Cuarta Transformación (4T).
Sus amigos Hugo Morales Alejo, director del portal La Nigua, y Enzo Omar Sosa, reportero de El Buen Tono, se plantaron frente a Palacio de Gobierno para exigir que sea investigado el caso y éste no quede en la impunidad.
Denunciaron que el escenario de violencia en la zona central montañosa de Veracruz se ha salido de control y que los comunicadores han sido víctimas de constantes amenazas de muerte.
Enzo Omar recordó que Jacinto era un buen hombre, quien también rescataba animales en situación de calle y apoyaba las causas feministas en Ixtaczoquitlán.
“Había pedido protección a la Ceapp, tengo entendido que se las negaron. Varios de nosotros hemos pedido la protección por amenazas y no han podido apoyarnos”, agregó.
Además, confirmó que el reportero había festejado su cumpleaños número 60 el miércoles 18 de agosto, en compañía de sus amigos, sin ingerir bebidas alcohólicas, toda vez que era abstemio desde hace 30 años.
“Apoyaba a personas con discapacidad y con ciertas problemáticas sociales. En los últimos días se han suscitado situaciones de la delincuencia organizada, pero debe de existir la justicia y prevalecer las instituciones que la brindan”, expresó.
Asimismo Hugo Morales definió que Jacinto Romero no era un reportero que cubriera información que lo pusiera en riesgo, cubría información local, informes de gobierno, pero además realizaba una labor altruista diariamente al rescatar animales de la calle.
El director de La Nigua recordó que Jacinto cubría la zona de las Altas Montañas, pero no fue un hombre de escuela, no estudio ni la secundaria, fue un periodista empírico, pero tenía ya más de 35 años desempeñándose en este noble oficio, de igual forma consideró que no fue un hombre que hubiera recibido graves amenazas que pusieran en riesgo su integridad, más bien llegó a recibir amenazas telefónicas.
“Así amenazas fuertes no tenía, porque no nos había dicho, él no manejaba prensa de impacto, (amenazas de la policía municipal), pero son de esas que ustedes reciben acá, de que te empujan, no había amenazas de armas, te dicen me las vas a pagar”, señaló.
“Él hablaba de que policías municipales le habían dicho que le bajara, pero siento que eso que están diciendo es para desviar la atención. Hay algo que ya aportamos a la Fiscalía, pero no lo vamos a decir para que abra una línea de investigación al respecto”, puntualizó.