Juan Arcos
Xalapa, Ver.- Un gran número de feligreses visitaron la Catedral de Xalapa para celebrar a San Rafael Guízar Valencia, el quinto obispo de Veracruz, quien es considerado milagroso.
El párroco de la Catedral, Roberto Reyes Anaya, indicó que durante este año pudo observarse un “nutrido” número de peregrinos durante los días 23 y 24 de octubre.
“Las peregrinaciones son muchas, no las hemos contabilizado pero durante el año hay una o dos cada mes y durante los días 23 y 24 de octubre comienzan a llegar de varios lugares”, expresó.
En el recinto religioso fueron recibidas peregrinaciones procedentes de otros estados de la República Mexicana, por ejemplo, a unos motociclistas de Tlaxcala, durante el sábado.
Sin embargo, también llegaron de zonas aledañas a la capital del estado, como de la comunidad Mozomboa, de las faldas del Cofre de Perote, Cosautlán y de la región de Coatepec.
Los feligreses del municipio de Coatepec peregrinan durante la madrugada del domingo; se trata del mayor contingente que acude a la celebración.
Los pobladores de la localidad Piedra Parada, municipio de Cosautlán, entregaron el arco floral como ofrenda para Guízar Valencia y lo colocaron en la entrada principal a la iglesia.
LOS MILAGROS
El Sacerdote recordó que los milagros de Rafael Guízar tienen la particularidad de que han sido favores en beneficio de la niñez.
Su primer milagro fue en una familia del municipio de Córdoba, donde la mujer no podía tener hijos y varios de sus familiares padecían la misma situación; fue por la intercesión de San Rafael que esta persona dio a luz.
“Ese fue el milagro de la beatificación, el milagro de la canonización también es un caso parecido: el niño que estaba esperando la familia venía con ciertas deformaciones en su cara, de manera especial en su boca, científicamente fue comprobado que así venía, la familia se encomienda a la intercesión de San Rafael Guízar y cuando nace el niño lo hace de manera normal”.
Reyes Anaya recordó que en ambos milagros fue importante la participación de los médicos, quienes certificaron que se trataba de casos extraordinarios.
“Y eso es lo que la iglesia reconoce como la intervención del santo ante Dios para alcanzar ese favor hacia la persona. Si uno observa el tablero de la tumba de San Rafael, muchas de las peticiones son para niños y sigue siendo ese gran intercesor ante Dios para la niñez”, enfatizó el párroco de Catedral.