Darío Pale
Xalapa, Ver.- El nuevo Arzobispo de Xalapa monseñor Jorge Carlos Patrón Wong dio a conocer que en México hay personajes públicos que se dedican a dividir, a polarizar, a enemistar, creando facciones y enemigos todos los días, por lo que la primera invitación del quinto Arzobispo de Xalapa a las familias es que colaboren para que los jóvenes puedan vivir los sueños que Dios ha colocado en su corazón.
Después de tomar protesta como nuevo arzobispo de la catedral metropolitana señaló que, no hay pretexto para que ningún veracruzano o mexicano no viva la santidad “y en eso yo soy muy veracruzano y muy mexicano”, por lo que en su sermón, durante la eucaristía explicó que la palabra de Dios y el magisterio de la Iglesia sugiere tres vías que se enlazan y fortalecen.
La primera, la vía de la santidad que es un llamado para todos, sacerdotes, las religiosas, para el casado, los papás, los abuelos, para los que ejercen alguna autoridad, renunciando a intereses personales o de grupo para servir al bien de la comunidad.
Definió que la santidad no es otra cosa que vivir el amor cada día y en cada momento inflamándose de la misericordia que viene de Dios padre, de la entrega y de la actividad vital propositiva.
“La santidad es enamorarse, apasionarse de nuestra vocación cristiana específica”, enfatizó.
El jerarca abundó que la santidad es no doblegarse al egoísmo y a la falsedad y dijo que en las intenciones del corazón se originan las decisiones más profundas que realmente nos mueven.
Añadió que para los jóvenes y niños de hoy, la Iglesia Católica es la única institución que los alienta a descubrir la vida como vocación para toda la vida y es que sin vocación, sin misión, la existencia humana no tiene sentido.
“La primera invitación del quinto Arzobispo de Xalapa a las familias de Xalapa, a la sociedad, a las instituciones, es que colaboremos para los jóvenes puedan vivir los sueños que Dios ha colocado en su corazón, una vía de servicio y amor desinteresado”, señaló.
Pidió no contaminar el corazón de los jóvenes con propuestas de placer, de poder, de individualismo, pidió dejar a Dios que realice en los jóvenes, en los niños, los proyectos de amor.
Al hablar de la segunda vía, Jorge Carlos Patrón Wong, manifestó que a diferencia de personajes públicos bien conocidos que se dedican a dividir, a polarizar, a enemistar, creando facciones, enemigos todos los días; los que son seguidores de Cristo buen pastor, son fruto de la oración sacerdotal de Jesús.
“Que sean uno como yo y tu padre somos uno De nuestro interior surge el deseo de la comunión, de las decisiones y la acciones. Ver las diferencias como complementarias, el carisma como riqueza. Encontrando y participando en tareas comunes que nos acercan con paciencia y tenacidad, creando y gozando nuestros encuentros”, comentó.
“Venciendo las desconfianzas y actitudes defensivas que otros nos imponen. El encuentro con el rostro, con el corazón del otro, descubriendo y comunicando el rostro y el corazón de Dios”, agregó.
El nuevo Arzobispo opinó que es más fácil refugiarse en relaciones formales, superficiales y distantes y, para superar esta tendencia es necesario encontrarnos a diario con Dios y con los hermanos.
Mientras que la tercera vía, la de la alegría misionera, dijo que sin Dios, sin iglesia, sin familia, sin comunidad no se logra nada perdurable, por lo que comentó que el domingo que visitó el Seminario salió del corazón la frase que San Rafael Guízar y Valencia ha enseñado de que se puede vivir la santidad en Veracruz y en México.
“Y que no hay pretexto para ningún veracruzano o mexicano el no vivir la santidad y en eso yo soy muy veracruzano y muy mexicano”, destacó.
Asimismo, recordó que al visitar la tumba de San Rafael se dio cuenta que los momentos del México que le tocó vivir fueron muy difíciles y su respuesta fue la santidad.
Finalmente sostuvo que el aporte más valioso de los católicos, de los mexicanos, como seguidores de Jesús para el México de hoy, si realmente se quiere erradicar de raíz muchos males y sufrimientos, se debe seguir la vía de la santidad.