OPINIÓN

Llegó para quedarse

Revelaciones

Margarito Escudero Luis

Hay momentos especiales en la Historia de un país, cuando el destino anuncia un cambio, transformación inmediata, resultado de un largo proceso.

México ha pasado por eso muchas veces y, generaciones protagonistas viven e impulsan ese cambio con sus actitudes, su participación directa y hasta con su indiferencia.

La Patria se mueve. Desde 1988, México camina cimbrándose paso a paso, hasta llegar al punto de dar el salto cualitativo hacia otra cosa, otras condiciones que permitan a la sociedad en su conjunto vivir en mejores circunstancias y que eso no sea privilegio de una minoría.

Así, la mayoría de la gente, harta de una situación injusta, decidió participar con el arma única que el sistema da al ciudadano, con su voto el pueblo logró cambiar sus expectativas de vida, confió en la oferta de Andrés Manuel López Obrador.

Entonces los cambios comenzaron, el beneficio económico llega a muchas manos, pero aquellos quienes detentaban la comodidad del régimen anterior, no quedaron conformes y emprendieron una guerra suave contra el gobierno llamado de la la Cuarta Transformación, sin argumentos sólidos, utilizando la mentira y la descalificación, disparan sembrando confusión.

El reciente ejercicio, consagrado en la Constitución, de Revocación de Mandato, es algo que se le había negado a los mexicanos por décadas, votar, sí, pero retirarle la confianza al funcionario electo no lo permitían, a pesar de ser mandato constitucional.

Hoy, el mismo presidente se somete a esa prueba. Con la guerra en contra, descalificaban el intento, cuando era su gran oportunidad de defenestrar al odiado presidente.

Prefirieron seguir engañando a la gente, confundiéndola, pero a la hora de la verdad, más de 15 millones de votos a favor de la continuidad, demuestran la necesidad del pueblo de un gobierno a su favor.

En medio del boicot de la misma autoridad electoral, de la guerra mediática contra el gobierno, de la confusión de aquellos que reciben los beneficios oficiales, pero se ponen del lado de la oposición, no captaron la oportunidad de que este ejercicio se repita cada sexenio para calificar y, en su caso, retirarle la confianza al presidente en turno y decirle adiós.

Ahora, en la lectura de los hechos, hay un presidente fortalecido y, quienes apoyaron y promovieron el ejercicio democrático, demuestran que estuvieron en lo correcto.

A pesar de no ser vinculante, la Revocación de Mandato llegó para quedarse.

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