Los Políticos
Salvador Muñoz
La decisión que aparentemente ha de tomar la alcaldesa del puerto jarocho, Patricia Lobeira, con respecto al manejo de los parquímetros tiene los ingredientes básicos para darle sabor al caldo y más en este tema: habrá quienes le aplaudan y habrá quienes la abucheen. ¿Por qué? Naturaleza humana… ¡y política!
Y es que una vez concluida la concesión por quince años que tenía la empresa Zeus Monitoreo Vial SA de CV para la administración de los parquímetros del Centro Histórico de la ciudad de Veracruz, había de tres moles para el gobierno municipal:
1.- Buscar a otra empresa para a través de la concesión, dar la administración de los parquímetros.
2.- No buscar a nadie, y el mismo Ayuntamiento hacerse cargo del manejo de los parquímetros…
3.- Retirarlos…
Sin embargo, de acuerdo a entrevista banquetera que dio este lunes, Patricia Lobeira anunció que una vez que venza la concesión de la empresa Zeus Monitoreo Vial SA de CV, quien se encargará de administrar los famosos parquímetros, será el Ayuntamiento. Esto conlleva que las entradas por el uso así como las multas que se den, pasarán directamente al gobierno municipal.
Viendo el lado positivo, nadie se enoja que del 32 por ciento que la empresa daba por esas entradas al Ayuntamiento, a mediados de noviembre el gobierno de Patricia Lobeira contará con ingresos propios obtenidos en los parquímetros. Esto qué significa: si se mantiene la idea base del uso de los parquímetros, mayor inversión para la rehabilitación del Centro Histórico de esta cinco veces heroica.
Administrativamente, la decisión que anuncia Patricia Lobeira es a todas luces mucho mejor que cualquier concesión. Ahora, si se combina con una serie de políticas en cuestión de tránsito, vialidad y movilidad, pues sigue siendo mejor…
Pero les decía que si bien, algunos aplaudirán la decisión de Patricia Lobeira, habrá otros que la rechacen por ese enfado que origina tener que pagar por estacionarse en el centro, en la calle…
Si, parece hasta arbitrario el uso de los parquímetros, pero de cierto modo, regulan el tráfico… si no, cuántos burócratas llegarían a las 8 ó 9 de la mañana, ocuparían un espacio hasta las 16, 17 ó 18 horas en el Centro… a eso se llegaría si no hubiera parquímetros, aunque en una de ésas, el Ayuntamiento puede hacer valer su autoridad y prohibir el estacionamiento de cualquier unidad en el Centro Histórico, pero ahí no le ganaría y aquí de lo que se trata es de ganarle a los espacios… en sí, pues, el Parquímetro se quiera o no, da fluidez y a la vez, recursos propios al Ayuntamiento…
¿Qué es lo que hay que hacer? Capacitar al personal que se encargue de la supervisión de los parquímetros para que éste a su vez, explique la función del dispositivo al usuario en aras de evitar la confrontación… y las arañas o cangrejos…
Ahora, hay que recordar algo, si no se quiere hacer uso del parquímetro, hay de dos: salirse del Centro Histórico y jugar a la suerte de encontrar un lugar para aparcar aunque se tenga que caminar más para llegar a su destino… y la otra, más simple: entrar a un estacionamiento…
Mientras, la decisión de asumir el control de los parquímetros por parte del Ayuntamiento, no deja de parecerme una buena idea… habrá que esperar la sesión de Cabildo donde se tome ya de manera formal esta propuesta así como saber si lo recaudado seguirá sólo, único, exclusivo, para la rehabilitación del Centro Histórico o se ha de abrir el abanico de acuerdo a las necesidades.