Los Políticos
Salvador Muñoz
Lo que debiera ser tomado con naturalidad, causó sorpresa entre los empleados del edificio de la secretaría de Salud cuando un equipo de “fumigación”… perdón: sanitización, ingresó a las oficinas y empezó a hacer su labor.
¿Por qué causó sorpresa? Porque para muchos, lo normal es que hubiera llegado un grupo de brujos de la zona de Catemaco o de la zona de Soteapan para hacer una limpia pasando ramas y la sahumada por todos lados… ¿pero sanitizar? Bueno, no es para menos… a muchos ya les está cayendo el 20 que eso de las estampitas y de la fuerza moral no evita contraer coronavirus, y que el “no mentir, no engañar, no robar”, tampoco evita el contagio…
A lo mejor no es tanta la prevención como el miedo, más cuando en los pasillos de la secretaría de Salud se habla de hechos lamentables como es ¡un brote de Covid-19 en las oficinas centrales!
Imagine que hablan de los fallecimientos del Jefe de Protección Civil (toco madera) y de alguien de Servicios Generales (retoco madera) y junto a ellos, han dado cuatro positivos en esa área: hablan de uno de Eventos; dos, de Recursos Humanos; uno, de Transporte… bueno, de eso se hablaba apenas el viernes… para este domingo ya citaban como positivo a quien lleva la Junta de Gobierno, Arturo Domínguez. La indicación del titular, Ramos Alor, es mantener en silencio todo, que allá no pasa nada… y uno espera que así se mantengan las cosas, no tanto por creerle a Ramos Alor, sino porque al final, uno entiende que trabajar en el área de Salud (en la primera línea, conste) genera altos riesgos… ¿pero en las oficinas? ¿donde se supone que debe haber más control y por ende, menos riesgo?
Bueno, no todos están en riesgo… siempre y cuando lo que se dice en pasillos de Salud, pase a dejar de ser un rumor: a determinado grupo de Jefas y Coordinadores se les mantiene en casita, lejos de la Primera Línea por órdenes del titular de Atención Médica, Alejandro Rey del Ángel Aguilar, ex director del Centro de Alta Especialidad Rafael Lucio; al resto, los mandan con la bendición (y no precisamente con Cuitláhuac García Jiménez, dijera AMLO) es decir, con el mínimo de protección a las salas Covid-19.
¿Por qué mandar al personal con escasa protección a la Primera Línea? No se entiende… quizás por negligencia de los jefes; quizás por esos aires de corrupción que impregnan el ambiente en Salud; quizás porque los mismos Jefes y Directores ven a un secretario que se ampara contra el Coronavirus, no en estampitas, no en fuerza moral, no en un “No mentir, no engañar, no robar”, sino en sesiones de “Limpias”… no en balde conocen al titular de Salud, Roberto Ramos Alor, como “El Curandero”…
Y mientras son peras o manzanas, al personal de Salud le llamó la atención que un equipo de sanitización llegue a las oficinas centrales a realizar su labor con extrema urgencia… un tanto porque lo normal hubiera sido que llegaran brujos con ramas y sahumerios… y un tanto, por ese rumor que se esparce igual de silencioso que el Coronavirus, que en el edificio de Salud había surgido un brote de la pandemia con resultados mortales… ojalá no, toquemos madera… no por quitarle responsabilidad al Curandero, porque sería lamentable e incomprensible que en las oficinas de Salud, no se hubieran tomado las medidas necesarias (tanto adentro como afuera) para evitar el incremento de unas cifras que siguen para arriba y no se ve para cuándo acaben…