Revelaciones
Margarito Escudero Luis
El mundo ofrece una coyuntura histórica para los pueblos que nacieron a partir de la brutal expansión de Europa, es como si la rueda de fortuna pusiera a esas naciones en la cúspide, mientras los otros prueban estar abajo.
La urgencia del imperialismo por hacerse del planeta, le llevó a cometer errores que saldrán muy caros, poniendo la seguridad de sus aliados en riesgo.
La guerra que sostiene Estados Unidos contra Rusia, a través de los nazis de Ucrania, puso en evidencia las contradicciones en que vivían los europeos cómodamente con insumos rusos pero manteniendo su alianza con el país que hasta hace poco se ostentaba como el más poderoso de la Tierra.
Recordemos que los países europeos como España, Inglaterra, Francia, Bélgica, Portugal y Alemania, se hicieron ricos invadiendo otras naciones, imponiendo por la fuerza sus leyes, sus costumbres y hasta sus idiomas, saqueando las riquezas de los territorios invadidos y esclavizando a sus pobladores.
Hoy, mientras Europa tiene ante sí un escenario difícil, donde los recursos de otros países pueden no llegar a cubrir sus necesidades y buscan mantener a ultranza un sistema económico gastado a la fuerza, obligados por el imperio estadounidense, los pueblos en América Latina pretenden sacudirse ese yugo con gobiernos nacionalistas.
México, El Salvador, Brasil, Argentina, Bolivia y la mayoría de las naciones del Cono Sur, se encaminan a recuperar sus identidades y sus riquezas.
Por otra parte, China y el resto de los países asiáticos, Arabia e India, equilibran la balanza y el poderío estadounidense ya no es tanto.
Los amagos de una guerra generalizada ahí están, es la vieja técnica empleada por los aliados del capitalismo, pero su poderío militar ya no impresiona tanto como hace 50 años.
Entonces, si América Latina abriera bien sus ojos y lograra despertar del letargo tercermundista en que los ha mantenido el imperialismo desde la conquista, podría ver el poder que tiene en sus manos ante la caótica situación que se vive en el otro extremo del mundo.
Sin embargo, las armas utilizadas para mantener a Latinoamérica como el patio trasero de Estados Unidos, aún funcionan y continúan dañando sus organizaciones sociales y gobiernos, como la corrupción, enajenamiento y neocolonialismo.
Los nuevos gobiernos que se dicen nacionalistas, tienen una gran tarea por delante, deben demostrar el compromiso con sus pueblos y, en general, con el pueblo latinoamericano.
Erradicar de las mentes tercermundistas toda la basura que durante décadas impuso el capitalismo, es una tarea titánica pero no imposible, la Historia lo demuestra.