Alejandro Ávila
Fotos: Alba Valdez/Cortesía
Paso de Ovejas, Ver.- El camino a la última morada de Rosa Isela fue un martirio de más de una hora, pues su familia sigue sin explicarse el porqué de su artero crimen.
Pasadas las 4 de la tarde los familiares de Rosa Isela llevaron su ataúd desde El Predio 4 en el municipio de Veracruz, hasta el panteón de Tierra Colorada localidad perteneciente al municipio de Paso de Ovejas.
Familiares y amigos aún no daban crédito a lo sucedido con la joven de apenas 20 años y que se encontraba en el último mes de gestación, la cual tenía previsto dar a luz el 17 de diciembre.
La joven desaparecida el pasado 30 de noviembre cuándo acudió a recibir una donación de ropa para su criatura, se convirtió en un número más de las lamentables estadísticas que mantienen a Veracruz en los primeros lugares de feminicidios de la República Mexicana.
Por obvias razones la familia se negó a dar una entrevista en campo santo; sin embargo, no dejaban de exigir justicia para los criminales que privaron de la vida a la joven de 20 años y quién se encontraba sumamente ilusionada de ser madre por primera vez.