Alejandro Ávila
Veracruz, Ver.- Un presunto líder delincuencial de origen Veracruzano que era buscado por la DEA del Gobierno de los Estados Unidos, fue abatido por un grupo rival en el estado de Querétaro donde mantenía operaciones al igual que en el sur de Veracruz.
Se trata de Álvaro Sánchez alias “El Tartamudo”, quien es señalado de tener operaciones en Oluta, Jesús Carranza y Nuevo Morelos, donde contaba con protección de políticos y empresarios, fue asesinado junto a varios integrantes de su familia, en el rancho Los Seis Hermanos, de su propiedad, en el municipio de Tequisquiapan.
Inmediatamente Humberto Pérez González, Vicefiscal para la Investigación y Persecución del Delito de la Fiscalía General del Estado de Querétaro, emitió un comunicado para dar los pormenores del operativo para asegurar el rancho donde le dieron muerte, en el cual se localizaron armas, más de diez escoltas, casi todos ex miembros de las fuerzas armadas, vehículos, residencias de lujo y otros efectos más.
Por encima de eso, el fiscal se deslindo de que dicho personaje de alto perfil fuera de Queretaro, sino que apenas un año atrás llegó desde Veracruz donde mantiene su principal base de operaciones para el trasiego de drogas.
“El Tartamudo” contaba con un rancho que se compró en Oluta, colindante con Acayucan, donde supuestamente guardaba tractocamiones y ganado como fachada, pero que originalmente era un enclave para recibir cargamentos de droga procedentes de Centroamérica, tal como pasaba en su rancho en Tlacotalpan y Medias Aguas, en Sayula de Alemán.
Informes que ya están en poder del gobierno federal, apuntan a que Álvaro Sánchez era visitante asiduo a las propiedades de la familia Real Benítez, cuyos jerarcas son dueños de ganaderías famosas por la cría de animales cebú, restaurantes, hoteles y fábricas de alimentos que son promocionadas por sus dueños, Severiano Real y su sobrino, Jesús Benítez.
Los reportes señalan que se daba vida de lujo en festines, paseos con decenas de escoltas y a caballo en Nuevo Morelos al igual que en otras fincas del Estado de México o en Queretaro donde también fue cobijado.
Cabe señalar que en días pasados sostuvo una convivencia con un grupo de miembros de Morena tras la visita de la jefa de gobierno de la Ciudad De México Claudia Sheinbaum en su propiedad en Nuevo Morelos, lo cual quedó constatado en fotos que circulan en redes sociales.
Incluso en marzo pasado, el propio titular de la Secretaría de Gobierno Erick Cisneros Burgos mostró imágenes de una supervisión a las instalaciones de la Guardia Nacional en Jesús Carranza, acompañado de Severiano Real y de otros notables ricos de ese municipio e integrantes de la familia Benítez, los mismos que también apapachaban al finado capo de la droga Álvaro Sánchez, “El Tartamudo”.
A mediados de 2022, presuntamente sobornó elementos de la policía del Estado de México para vengarse del ganadero y empresario Jhovany Aguirre Benítez, quien desde entonces permanece preso por posesión ilegal de arma de fuego.
Desde aquel entonces, familiares y amigos se han manifestado en repetidas ocasiones para exigir su liberación, pues señalaron que todo eso se trata de un montaje orquestado por “El Tartamudo” y sus cómplices Los Benítez ya que se negó a cooperar con ellos en sus negocios.
En otra ocasión también intentaron sembrar drogas y armas en un rancho de Aguirre Benítez donde privaron de su libertad a todo el personal, pero todo el pueblo de Jesús Carranza alzó la voz y finalmente un juez los dejó en libertad de acuerdo a la carpeta JCZ/DXX/F-ENC/63/2022 por la inconsistencia de pruebas y la tortura a la que fueron sometidos.
Ahí declararon los afectados de esa redada: Laura Pedraza Gómez, cocinera; Madai Hernández Agustín, secretaria del rancho El Tapatío; Miguel Ángel Damián Herrera y Jesús Pineda González, caporales del mismo lugar, quienes vivieron horas de terror en manos del comandante Wong Reyes, quien sigue impune en su cargo.
En su momento, Aguirre Benítez relató en una carta enviada al Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, como fue encarcelado por autoridades que le sembraron droga y un arma de fuego, en agosto de 2021, cuando se encontraba en la CDMX.
“El plan original de ellos era atraparme y entregarme a Álvaro para que me matara, pero como fueron captados por cámaras de video, no les quedó de otra más que sembrarme armas y droga para destruirme desde la cárcel”, relató el empresario en la misiva enviada al Presidente y a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.
Desde entonces, no ha podido recuperar su libertad simplemente porque no lo han dejado defenderse, todas las autoridades corruptas han recibido dinero y la consigna de “El Tartamudo” para refundirlo tras las rejas y hacerle la vida imposible, señala.
En ese mismo documento señaló a Elizabeth Gómez Blanca, fiscal federal que presuntamente recibía pagos de “El Tartamudo” para fabricar una carpeta por el delito de secuestro en donde se le involucra a él, así como a su esposa, Yuridia Gallardo Maldonado, y a su hermano, Fermín Aguirre Benítez.
También acusó a Ninsa Fernanda Acosta Herrera, fiscal de la CDMX, involucrada con el juez Marco Antonio Fuerte Tapia, quien sentenció a Aguirre Benítez hasta ocho años de cárcel por los delitos mencionados.
Familiares y amigos se han manifestado en Palacio Nacional, para llegar a las Mañaneras del Presidente López Obrador, tal como pasó el pasado 30 de noviembre de 2022, en donde el mismo Ejecutivo aseguró desde La Mañanera que se iba a revisar el expediente del ganadero y empresario, así como las acusaciones contra estos servidores públicos.