Eirinet Gómez
Xalapa, Ver.- Con canciones provenientes del romanticismo germánico de Richard Strauss, la Orquesta Sinfónica de Xalapa (OSX) de la Universidad Veracruzana (UV) celebró el décimo aniversario de Tlaqná, Centro Cultural, un recinto construido expresamente para la música sinfónica, que abrió sus puertas al público el 23 de agosto del 2013.
La velada arrancó con la primera interpretación en Xalapa de los Cuatro interludios sinfónicos de la ópera Intermezzo, Op. 72: Reisefieber Und Walzerszene, Träumerei Am Kamin, AM Spieltisch, y Fröhlicher Beschluss, bajo la dirección de Martin Lebel.
Herminio Sánchez de la Barquera Arroyo, licenciado en Música por el Conservatorio de Núremberg, apunta que en el estreno de esta obra en noviembre de 1924, “causó irritación entre la crítica y el público debido a que en lugar de recurrir al típico material mitológico o antiguo, el compositor llevó al escenario su propia vida matrimonial de manera muy poco disimulada, cruzando así provocativamente la línea entre los privado y lo público”.
Sánchez de la Barquera Arroyo destaca que el OSX haya decidido presentar Intermezzo, ya que tras la sensación inicial entre el público, la otra desapareció rápidamente de los teatros y casas de ópera, “incluso hoy en día Intermezzo sólo se presenta muy esporádicamente”.
“Desafortunadamente , el olvido en el que las orquestas, las casas de ópera y el público tienen esta partitura nos ha impedido antes conocer una obra sumamente interesante. con Intermezzo, Richard Strauss se revela nuevamente como un poeta tonal verdaderamente genial”.
El concierto de aniversario contó con la participación de la soprano alemana Joo-Anne Bitter, considerada el elenco ideal en el tema lírico dramático wagneriano. Con su voz interpretó la selección de diez lieder que creó este autor a lo largo de su prolífica vida artística: “Dedicación” (Zueignung, Op.10), “Liberado” (Befreit, Op. 39), “Felicidad del bosque” (Waldseligkeit, Op. 49), “Cecilia” (Cäcilie Op. 27), “Visión amigable” (Freundliche Vision, Op. 48), “Los tres santos reyes” (Die Heiligen Drei Konige, Op. 56), “Descansa, alma mía” (Ruhe, Meine Seele, Op. 27), “Mi niño” (Meinem Kinde, Op. 37), “Canción de cuna” (Wiegenlied, Op. 41), “Mañana” (Morgen, Op. 27) y los Cuatro interludios sinfónicos, que son extractos de la ópera estrenada en 1924.
Joo-Anne Bitter ha tomado parte en numerosos programas realizados en recintos renombrados de México, Noruega, Austria, Italia y República Checa. Comenzó sus estudios de canto en una academia privada de Viena, tras haber realizado una maestría en artes en Múnich. Hizo su debut en 2008 con la Orquesta de Cámara de Hamburgo y el personaje de Donna Anna para la ópera Don Giovanni de Mozart, seguido de la representación de Leïla para Los pescadores de perlas de Georges Bizet en el Mauritius Opera Festival.
Al concluir la noche de canciones, Martin Lebel tomó las manos de Joo-Anne Bitter, y en señal de gratitud besos sus manos. Luego ambos fueron al frente del escenario para recibir los aplausos del público.
Concluido el concierto, los músicos comenzaron a entonar las tradicionales mañanitas, para celebrar los diez años de que el Tlaqná Centro Cultural es el recinto oficial de la Orquesta. Los organizadores pidieron al público prender la lámpara de sus teléfonos celulares, para ser partícipes de la fotografía de aniversario junto a la Sinfónica.
El proyecto Tlaqná Centro Cultural fue propuesto en 2006, por la Universidad Veracruzana (UV). Su construcción inició en 2007 y desde su anuncio llamó la atención del público de la música de cámara.
La Sala Tlaqná tiene una capacidad para una orquesta de 110 intérpretes, el área de coro puede albergar hasta a 100 cantantes, el escenario cuenta con 265 metros cuadrados. Tiene una Sala Anexa, desarrollada en un edificio de tres mil 213 metros cuadrados. La Sala tiene una capacidad para mil 300 espectadores
Destaca que al ser la acústica un punto muy importante, el comité de músicos de la OSX seleccionó a Kirkegaard Associated, empresa líder mundial en la materia, para iniciar trabajos geométricos y otros relacionados con la caja acústica. La idea de Kirkegaard era que el diseño de la sala permitiera una comunicación perfecta entre el público y los artistas. Desde cualquier punto de la sala la audiencia puede ver a los músicos y éstos al público.