Opinión
MAP. Ricardo Meza Domínguez.
México.-La empresa Neuralink busca personas para insertar los implantes cerebrales, que intentarán leer y transmitir las ondas de los sujetos de prueba. Las ondas cerebrales captadas por los implantes se enviarán a una aplicación. Acto seguido, se decodificarán para que una persona que vive con parálisis pueda realizar tareas como controlar el cursor de un mouse o un teclado con sus pensamientos.
Dicha empresa publicó los requisitos para ser candidato a estos experimentos. Cabe mencionar que aquellos que tienen cuadriplejia debido a una lesión de la médula espinal cervical o esclerosis lateral amiotrófica (ELA) pueden calificar”, según dijo la compañía de Elon Musk,de acuerdo a un comunicado emitido por su empresa.
Uno de los experimentos más recientes, realizado en un mono, permitió al animal que este jugara al pong y despues pudiera escribir en una pantalla, casi como si lo hiciera telepáticamente, así lo describen los científicos que llevaron a cabo el experimento. Y aunque no hay mayores detalles, constituye un momento importante en la realización de experimentos con implantes.
Actualmente, el ensayo en humanos quiere ir más allá. El paso a paso del llamado estudio PRIME (Precise Robotically Implanted Brain – Computer Interface) lo explicó la compañía. Y lo detalla de la forma siguiente.
Primero se evaluará la seguridad del implante, denominado N1, que es casi imperceptible, junto con el llamado robot quirúrgico.
Posteriormente se pondrá en el cerebro a través del cráneo humano, interconectando electrodos similares a cables.
El kit Neuralink está sellado en una carcasa biocompatible, con una batería de carga inalámbrica que alimenta el silicio personalizado y más de cinco docenas de hilos. En total serán 1.024 electrodos dentro del tejido cerebral.
Y aunque los avances científicos son de suma importancia, Elon Musk ha estado en la mira de los críticos por muchas razones,pues su compañía Neuralink fue acusada recientemente de crueldad hacia los animales y riesgos para la seguridad por sus experimentos con implantes cerebrales.
Pero, luego de conseguir, en mayo pasado, el permiso de las autoridades de Estados Unidos para seguir trabajando, el siguiente paso es ubicar voluntarios humanos que deseen que se les practique alguna intervención de este tipo.