OPINIÓN

EL CABALLO DEL PRI

Los Políticos

Salvador Muñoz

Allá en Orizaba, hace como tres días… no, menos: cinco! Marlon Ramírez Marín, daba dos noticias a la militancia:

“Muy probablemente, ésta sea mi última gira que haga en calidad de Presidente del Comité Directivo Estatal del partido… ésa es una noticia; la segunda es que no va a ser la última… pero yo soy respetuoso de mi responsabilidad… y soy respetuoso de los tiempos que marca el partido… ¡y esperaremos!”

Estas dos noticias que dio en Chayotilandia el porteño, vienen a colación por el destape que hace unos días hiciera el ex gobernador Javier Duarte de Ochoa de Adolfo Ramírez Arana como relevo en la dirigencia estatal del PRI… “vamo’ con calma”…

A Abraham Lincoln se le atribuye la frase “No cambies de caballo en mitad del río” y en un momento dado, podría caer como anillo al dedo al PRI si es que Marlon pierde la calidad que ostenta en su partido y Duarte tiene razón, aunque ni siquiera hay candidato o candidata a la Gubernatura o aún más, ni hay una formal alianza entre PAN, PRI y PRD. Entonces, cualquiera podría pensar que no habría ningún problema para hacer un relevo hasta cierto modo, precipitado en la dirigencia… ¡pero no!

Es claro que Marlon, como dirigente estatal del PRI, ha construido desde los cimientos municipales, las bases para lo que se viene en este 2024 y quien piense en este año sólo en la Gubernatura, está equivocado, como equivocado estaría el mismo Marlon si se echó a la hamaca sin edificar las candidaturas a Diputados locales y federales, si no en su totalidad, al menos en su mayoría.

Luego entonces, atendiendo este “supositorio” de lo que tuvo que hacer Marlon como dirigente estatal, con miras al 2024, es evidente que quien tiene el pandero en este momento, es el hasta hoy dirigente del partido, y si hay un relevo en este momento como dice Duarte de Ochoa, y entra “Míster Increíble”, hay de dos:

1.- O Ramírez Arana está en sintonía con Marlon en aras de darle continuidad a lo construido en el PRI durante el mandato del porteño…

2.- O Ramírez Arana tendría que empezar a la mitad del río su dirigencia, si acaso Duarte de Ochoa tiene voz de profeta.

En el remoto caso de que hubiera una sintonía entre el que sale y el que entra, de cierto modo entonces, Marlon tendría que ser una especie de “Vice-Presidente” porque si hay base, si hay cimientos, si hay acuerdos, quien tiene el “filing” para llevarlo al otro lado del río, es Marlon, por muy cuate de “Pe-Pus” que sea Fofo Ramírez de Alito Moreno…

Sí, recuerden que Ramírez Arana en sus tiempos de líder de las juventudes revolucionarias coincidió con Alito Moreno en las mismas tesituras y de allí se hicieron cuates de “Pe-Pus”… Pedas y Pu…ra fiesta!

Ahora, tampoco creemos que Marlon se vaya así, tan tranquilo con la satisfacción de haber cumplido en su periodo como dirigente del partido… ¡Ya lo dijo!: “Ésta mi última gira que haga en calidad de Presidente del Comité Directivo Estatal del partido… ésa es una noticia; la segunda es que no va a ser la última… pero yo soy respetuoso de mi responsabilidad… y soy respetuoso de los tiempos que marca el partido… ¡y esperaremos!”

Sí Marlon anuncia que seguirá recorriendo Orizaba y por ende, todo el estado, es que va a buscar ser Senador, si no, para qué anuncia que va a regresar… digo, ¡a volver!

También queda abierta la opción de Fernando Kuri, uno de los brazos derechos de Marlon, quien lo ha acompañado en el teje y maneje de lo que ha hecho en el PRI desde sus cimientos este porteño…

Aunque la realidad es que la circunstancia obliga a traer de vuelta a Abraham Lincoln y preguntarnos: ¿Quién cambia de caballo en mitad del río? 

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