Columna de Opinión
Zaira Rosas
Me encuentro frente a una niña de alrededor de 10 años, que me mira expectante al escucharme hablar, — Vos sos de México ¿Cierto? —¡Sí!, ambas nos encontramos en otro país, su madre me cuenta que su hija tiene una fascinación por México, que quiere conocer el lugar por cómo hablamos, que le encanta nuestra cultura, principalmente los “Ksi meritos”, esto último me toma por sorpresa, pues hace referencia a un juguete como producto cultural y sí, en efecto podría representar nuestra cultura pop, pues su creadora Amparín Serrano, si tomó distintos elementos de México para sus creaciones.
Sigo caminando en una de las ciudades más grandes de Colombia, busco un recuerdo del lugar y al visitar la tienda típica de imanes y llaveros descubro que parte de los recuerdos más vendidos tienen relación con Pablo Escobar, o en su defecto “Betty la fea” que sigue estando en el top de los productos audiovisuales más consumidos. Colombia es un país cargado de raíces prehispánicas, historia y cultura que se puede resaltar, tiene edificios cuyas construcciones tienen detrás infinidad de historia sobre Latinoamérica, pero sus personajes más famosos y emblemáticos pertenecen al mundo moderno.
En Colombia existen construcciones precolombinas, arquitectura de estilo colonial, sin embargo a sus puntos turísticos se suman espacios como la casa donde se grabó “Betty la fea” e incontables propiedades que algún momento pertenecieron a Pablo Escobar, esto último divide a la población pues hay quienes desearían que no se resalte eso por encima de los tintes de su cultura que es mucho más extensa que dos personajes, otros cuantos opinan que es inseparable de su historia y que esas vivencias también son parte de la memoria.
Si hablamos de México fuera de nuestras fronteras pasa algo similar, los productos audiovisuales que más impacto han tenido en otras partes del mundo son “El chavo del ocho” y “La rosa de Guadalupe”, de ahí que la imagen colectiva de nuestro país se resuma a pobreza y momentos de drama, aunado al amarillo con el que nos representan en producciones internacionales. México puede explotar su capital turístico desde distintos Estados, incluso impulsar el desarrollo económico a través de la historia de la nación.
Si bien hay artistas que destacan en el ámbito internacional por cómo se han romantizado sus biografías, también hemos sido cuna de movimientos culturales, que en otra época hicieron de nuestro país un punto de interés para personajes como Dalí, Tina Modotti e incluso Fernando Botero, quien movido por el interés de los muralistas comenzó a explorar su propio estilo desde las raíces de nuestro país. La cultura de México también va más allá del narcotráfico, si bien la inseguridad ha ganado terreno y acaparado portadas internacionales, de nuestra sociedad depende qué es lo que queremos resaltar, la imagen se construye en cada espacio donde entablamos un vínculo con alguien más, en cómo hacemos sentir a quienes nos visitan desde otros puntos, la manera en la que tratamos a quienes cruzan nuestras fronteras y la calidez que brindamos es lo que nos representará en otros rumbos.