Números Rojos
Brenda Caballero
El apagón cibernético de este viernes hizo que con melancolía recordara aquella película de Stephen King en los ochenta: La Rebelión de las Máquinas u Ocho Días de Terror, donde ellas toman el control de la tierra y desobedecen las órdenes de los humanos.
Pareciera broma, pero algo así está pasando con lo que denominaron interrupción tecnológica que afectó principalmente a los aeropuertos, algunos hospitales, bancos, empresas y hasta máquinas dispensadoras de alimentos.
En México es probable que usted no lo haya percibido, pero los turistas que han quedado varados en las salas de espera de aeropuertos sí, principalmente en la Ciudad de México y Cancún donde hasta se animaron a cantar el Cielito Lindo.
No me crea pero los que saben afirman que México no sufrió esa caída generalizada porque usa muchos sistemas pirata.
La información en los noticieros matutinos fluyó como pólvora, hasta con cierto tinte de crear pánico. A mi whatsapp llegó la imagen de la pantalla azul con el siguiente reenvío de información:“Hay un problema mundial con la actualización de Windows. Que no prendan y se conecten a internet porque esto va a pasar. Menciono nuevamente; no conecten a internet sus computadoras o quedarán en lista de espera para que se arregle. Vamos a desactivar algunas opciones mientras esperemos una corrección segura”.
Lo único real de esa información era que falló una actualización de software para los sistemas operativos Microsoft Windows publicada por la empresa de ciberseguridad CrowdStrike, la misma que proporciona un servicio de antivirus y que al actualizarse automáticamente para poder detectar lo último en ciberataques a las computadoras, instaló un archivo que bloquea la computadora y al tratar de prenderla, lo único que muestra es una pantalla azul. Si usted ya ha vivido ese pantallazo azul sabrá de lo que le hablo y a pesar de que lo apague varias veces, sigue mostrándose hasta que un técnico revise su computadora y la arregle.
El apagón afectó al sistema de Microsoft no así a Linux ni a MAC, y aunque la empresa dice ya haber encontrado la solución al problema, como la actualización se dio en cada computadora, será necesario que de manera manual un técnico entre, borre un archivo de cada computadora, y así con cada una que esté conectada a un servidor.
No es por ser aguafiestas, pero los turistas varados en los aeropuertos tendrán que esperar algunos días en las salas de espera a que empresas como Viva Aerobus, Volaris, Delta, Aeromexico, Frontier, America Airlines, entre otras, resuelvan el colapso de sus equipos. Ya lo informaba la gobernadora Mara Lezama, la que por cierto se trasladó hasta el aeropuerto para informar directamente desde allí los vuelos cancelados y lo que solucionen estos problemas ocasionados por el que algunos llaman “el mayor apagón informático de la historia”.
Por fortuna, en México los bancos no sufrieron caídas de sus aplicaciones ni de sus servicios electrónicos, tampoco la Bolsa Mexicana de Valores.
Aun así, la Canaco circuló información de no actualizar el software windows de las computadoras hasta nuevo aviso, pues todavía hay incertidumbre de lo que llamó un día muy triste para la ciberseguridad.
Este viernes sin duda nos hace recordar la dependencia que tenemos de la tecnología y lo frágiles que ya somos sin ella. Habrá que cargar ya una libreta y un lapicero por si nuestro celular o computadora colapsan, al menos para no tener Ocho Días de Terror.
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