Ciudad de México.- Enfermedades como la diabetes y la obesidad tienen impacto en la severidad de la COVID-19, mas no en la posibilidad de infectarse, coincidieron en señalar especialistas del Instituto de Investigaciones Biomédicas (IIBm) de la UNAM.
María Teresa Tusié Luna aseguró que una persona puede estar contagiada sin desarrollar la COVID-19, y quizá sin complicación alguna, aunque esto dependerá de factores genéticos, ambientales y, por supuesto, de comorbilidad (dos o más enfermedades en el individuo).
Aseveró que la posibilidad de infectarse o no, depende de condiciones demográficas, lugar de residencia, tipo de trabajo, horas de permanencia en transporte público, la cercanía con diversas personas, entre otras.
En su oportunidad, Carlos Alberto Aguilar Salinas, dijo en el programa “La UNAM Responde”, de la televisora universitaria, que en particular los adultos jóvenes de 20 a 40 años de edad que padecen obesidad y diabetes (sin saberlo), son quienes tienen mayor posibilidad de enfrentar una situación compleja.
“La obesidad favorece a una enfermedad más grave por COVID-19, debido a varios mecanismos, uno de estos es que las personas en esta condición tienen un estado inflamatorio crónico, que el paciente no lo percibe, no causa síntomas, pero en las células existe un aumento de la expresión de algunas proteínas que utiliza el virus para ingresar a los pulmones y dañarlos”, precisó.
Para María Teresa Tusié la atención temprana de estas enfermedades es vital, pues en el caso de la diabetes –considerada crónica-degenerativa–, se asocia con otras, lo cual afecta más la salud de la persona.
De acuerdo con Aguilar Salinas, director de Nutrición en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INCMNSZ), en el país hay alrededor de 10 millones de mexicanos con esa afección y 75 por ciento de los adultos tiene sobrepeso. Además, 20 por ciento de los diabéticos comenzó con la enfermedad en su etapa de juventud.
“Esto reduce la calidad de vida, termina siendo un reto para la persona y sus familias, y ahora es un desafío extra al interactuar con el virus”.
Aguilar Salinas sostuvo que un factor de prevención de diabetes y obesidad es alimentarse sanamente y realizar ejercicio; “cada persona debe asumir la responsabilidad de su salud”.
Interacción
La diabetes y las enfermedades crónicas son la primera causa de muerte en México; una cuarta parte de los adolescentes y una tercera de los niños padecen sobrepeso, lo cual aumenta la discapacidad y la dependencia, expuso Carlos Aguilar.
“Las personas que tienen diabetes y que son jóvenes, deben tener un control adecuado de su enfermedad y acudir con sus médicos para que logren la pérdida de peso y mantener un control -a largo plazo-, de glucosa, presión arterial, niveles de colesterol y triglicéridos, que por el confinamiento muchas de ellas han dejado de acudir a sus unidades médicas y en casos extremos han suspendido los medicamentos”, refirió.
Agregó que la posibilidad de presentar diabetes por factores genéticos se incrementa de generación en generación; particularmente sucede en la población mexicana debido a que tiene un sustrato genético importante.