Alejandro Ávila
Medellín de Bravo, Ver.- En la calle Claveles de la colonia Gutiérrez Rosas en el municipio de Medellín de Bravo, vive Sóstenes Ballesteros Ávila, un señor de la tercera edad que sobrevive con el apoyo de algunos vecinos, pues quienes lo cuidaban ya fallecieron.
“El Tío” como es conocido en la zona y oriundo del municipio de Tierra Blanca, trabajó en los muelles de Veracruz Puerto, fue trovador en los camiones de pasaje y siempre estuvo en busca de una moneda que le permitiera tener una vida tranquila.
Ahora, con la avanzada edad, tiene la presión alta y debe controlarla con medicamento, le cuesta trabajo asearse y lo hace lo más que puede durante el día, cuando alguien lo ayuda y le lleva una cubeta con agua para limpiarse.
Al patio de la casa abandonada donde vive, los vecinos le llevan un plato de comida para que pueda tener algo en el estómago; el espacio es pequeño e insalubre, no cuenta con baño y ahí, a un costado hace sus necesidades fisiológicas que luego alguien acude a limpiar -aunque a veces tardan horas-, y a un costado duerme.
Doña Vicenta, una de las personas que le lleva de comer y está pendiente del señor, señala que “El Tío” durante algún tiempo vivió en otra casa que está abandona; hace un año, agrega, lo llevaron al DIF de Medellín, pero no cuentan con albergue para adultos mayores, por lo que lo canalizaron al municipio vecino, el DIF de Veracruz. Ahí no lo aceptaron porque el “El Tio” no vivía ni había nacido en el puerto jarocho, y les informaron que era responsabilidad de Medellín el tener un albergue.
Posteriormente fue llevado a Tierra Blanca, donde vive su familia, pero hace dos meses se volvió a parar frente a la casa de Doña Vicenta, quizá porque extrañaba esa atención o porque su familia no lo quiso atender.
Ahora, se encuentra solo en el patio de una casa deshabitada y sin baño.
A pesar de que Don Sóstenes cuenta con tarjeta de Bienestar, cuando han ido a checar su saldo, nunca tiene fondos, por lo que se encuentra olvidado por las autoridades federales también.
