Juan Arcos
Xalapa, Ver.- Diversos proyectos humanitarios, en beneficio de personas de escasos recursos, quedaron truncos en el estado de Veracruz por la desaparición y asesinato de la nutrióloga Samara Aurora Arroyo Lemarroy.
La joven, de 29 años, se desempeñaba como presidenta de la agrupación de jóvenes Rotaract Kairós Xalapa, que depende de Rotary International, una asociación de líderes empresariales y profesionales que brindan servicios humanitarios a la sociedad.
Mario Domínguez, su amigo y compañero en dicha organización, recuerda que un fin de semana antes de que Sam desapareciera, habían acudido a entregar una cena navideña a una familia que lo necesitaba.
“Entregamos una despensa, una cena navideña a una familia que adoptamos. Nuestro club Rotaract, nuestro club rotario y Rotary International somos gente de paz, buscamos mejorar la sociedad. Samara, en su cargo de presidente, siempre buscó lo mejor para los demás, siempre se preocupaba por los demás”.
Las actividades humanitarias decembrinas eran las favoritas de Arroyo Lemarroy, quien desapareció cuando se dirigía a su trabajo en la clínica 14 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en el puerto de Veracruz, el pasado 23 de diciembre.
La chica había participado, en años anteriores, en el evento “fábrica de sonrisas”, donde regalaban juguetes a niñas y niños de familias marginadas o de escasos recursos.
También tenía programada la entrega de 15 celulares a comunidades de Perote, para que estudiantes, sin las herramientas tecnológicas, pudieran seguir sus clases en línea.
Sin embargo, todos estos planes quedaron en el limbo con el hallazgo de Samara sin vida, el pasado 6 de enero, en el domicilio de su instructor deportivo William “N”, ubicado en la localidad Palmas de Arriba, municipio de Actopan.
Sus amigos y compañeros del club Rotaract Kairós Xalapa seguirán trabajando en dichos proyectos para concluirlos, como parte de un homenaje a Samara.
“Quedan pendientes estos proyectos y vamos a buscar terminarlos para ella”, enfatiza Mario Domínguez.