Revelaciones
Margarito Escudero Luis
Aproximadamente a 7 millones de ciudadanos les quedó cerca la mesa donde pudieron emitir su opinión en la Consulta Ciudadana celebrada el pasado domingo.
De esos 7 millones, un estimado del 96 por ciento señala que es importante llamar a cuentas a los ex presidentes de la República Mexicana que llevaron al caos la economía nacional, generando pobreza entre las mayorías y escandalosa riqueza para la minoría.
7 millones de personas son una muestra palpable del descontento mexicano en contra del actuar de quienes fungieron como mandatarios en los cinco sexenios anteriores.
Puede decirse que el auto sabotaje del INE funcionó; publicidad insuficiente, casillas insuficientes y, en todos los casos, lejos de las personas, tanto que solo a 7 millones en todo el país, las casillas quedaron al alcance.
Es lamentable que muchos otros ciudadanos intenten desacreditar este ejercicio social, mismo que debería ser una norma en el país desde el triunfo revolucionario.
Quedan evidencias claras de un sistema sumido en la corrupción y que a muchas personas les parece normal que la corrupción sea una forma de comportamiento oficial y ciudadano.
Queda evidencia del trabajo imparcial de los funcionarios del INE, no por nada el consejero presidente, Lorenzo Córdoba se apresuró a declarar que la consulta había sido exitosa, mientras otros hablaban de un rotundo fracaso.
Queda evidencia de la necesidad de la participación ciudadana en los temas de importancia nacional.
El ejercicio del pasado domingo 1 de agosto marca la pauta a seguir y evidencia también que el papel del ciudadano no debe ser pasivo, sino que debe tomar conciencia de la importancia de su participación en las decisiones que afectan a todos.
La ausencia del ciudadano en los últimos 80 años, se refleja en la brutal corrupción que practicaban los gobernantes y su pandilla de funcionarios.
Ahora se debe ajustar la ley para amarrarle las manos a funcionarios que quieran mover todo a favor de sus intereses de grupo y no de la Nación.