Juan Arcos
Xalapa, Ver.- El gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez, negó que en el municipio de Poza Rica haya “toque de queda”, como lo había anunciado un grupo delictivo en redes sociales, que se adjudicó los atentados a tres bates que dejaron ocho personas fallecidas, la noche del pasado domingo primero de enero.
En conferencia de prensa, realizada en el municipio de Córdoba, el mandatario estatal aseguró que ya han sido detenidas más de cuatro personas por la ola de violencia registrada en Poza Rica durante el inicio de este año 2023.
Un video circula en redes sociales donde se observa a un grupo de hombres encapuchados y fuertemente armados que dicen pertenecer a una banda del crimen organizado, que se atribuye los ataques armados a las tres cantinas.
En la grabación, los delincuentes amenazan a un grupo contrario y decretan un presunto “toque de queda”, para que a partir de las ocho de la noche no haya bares, cantinas, hoteles ni taxistas o serían tomados como objetivos contrarios.
Autoridades estatales indicaron que los hechos violentos del pasado domingo estarían ligados a ajustes de cuentas entre bandas de la delincuencia organizada que operan en la zona norte de la entidad.
“Hoy nos confirma la Fiscal que hay más de cuatro detenidos que están en el proceso, que tenemos que cuidarlo, y que cuando estén en esta etapa de que el Juez de Control determina que es válida la detención pasarán al proceso de vinculación. Son ocho víctimas con una sola línea de investigación, tienen que ver con ajuste de cuentas entre la delincuencia organizada en Poza Rica y fue en bares donde vendían droga”, expresó el Gobernador.
Pobladores de Poza Rica comentaron que no hay “toque de queda” en esta ciudad petrolera, pero confirmaron que las familias aún perciben un ambiente de inseguridad tras lo ocurrido el pasado fin de semana.
Los multihomicidios ocurrieron en el bar “Molino Rojo”, de la colonia Manuel Ávila Camacho; en la cantina “El Manguito”, de la colonia Vicente Herrera; otro ataque se registró sobre el Bulevar Central Poniente, de la colonia Petromex; y uno más en el bar “El Cafre”, de la colonia Tajín.
De acuerdo con testigos, en algunos casos, los homicidas utilizaron armas de alto poder y sobre algunos cadáveres dejaron cartulinas con mensajes amenazantes.
Los ataques armados ocasionaron una fuerte movilización policiaca por parte de las fuerzas federales y estatales, cuyas acciones de seguridad se mantienen en la zona.