XALAPA

Estudiantes denuncian acoso y represión en facultad de Arquitectura

Darío Pale

Xalapa, Ver.- Hacen llegar a la redacción un comunicado por parte las alumnas de la facultad de Arquitectura de la Universidad Veracruzana en el cual dan a conocer los siguientes hechos:

El día 08 de Marzo en apoyo al movimiento por los derechos de las mujeres, varias alumnas de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Veracruzana, expusieron sus denuncias anónimas en un tendedero afuera del Edificio de Talleres, donde exhibían los nombres de aquellos Profesores y Alumnos que las han agredido en diferentes ocasiones. 

Siendo los Arquitectos Juan Andrés Sánchez, Francisco Fino y Luis Estrada los que más quejas anónimas tuvieron, quejas que van desde las agresiones verbales hasta físicas que se han venido presentando no solo en en actual semestre, sino que se tratan de situaciones que se han presentado en años anteriores, esta situación consterna a las alumnas debido a que la Universidad Veracruzana no ha actuado de ninguna manera y que incluso parece cubrir a estos agresores pues se ha notado que la actual estrategia que parece utilizar la administración de la Facultad de Arquitectura para que las alumnas continuen inscribiendo clases con ellos es mostrar las materias con un docente “sin asignar” para posteriormente notificar (ya cuando no hay oportunidad de cambiar la materia) que los profesores asignados son estos agresores.

Las mujeres de esta facultad exigimos ser escuchadas por la UV.

Algo importante que recalcar es que el tendedero fue reprimido por la misma dirección de la Facultad al ordenar quitarlo de manera inmediata, suprimiendo así las quejas expuestas, situación que molesto al alumnado dado que es una clara acción de desinterés que minimiza la caótica situación que se vive dentro de las Instalaciones de la Facultad de Arquitectura de la UV. 

Al mismo tiempo se ha notado que los profesores hacen lo posible para “quedar bien” frente a los alumnos pues, se les ha visto conversando con compañeros utilizando siempre el mismo argumento: 

“Ahora ya no podemos acercarnos para apoyarles porque piensan que es acoso” o “Hay compañeras que ni siquiera muestran interés por la materia, ni siquiera han venido a revisar”, sabiendo que la mayoría de las compañeras no se acercan por temor a ser acosadas.

Concluye el documento 

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