Los Políticos
Salvador Muñoz
Desde hace una semana, el Congreso de Veracruz es sujeto de un arqueo por parte de la Auditoría Superior de la Federación… a fuerza de ser sinceros, es la segunda vez que la ASF revisa las cuentas del Palacio de Encanto en dos años.
La solicitud de esta revisión no obedece a alguna petición de la fracción legislativa del PAN o de cualquier otra bancada, sino hecha por el presidente de la Junta de Coordinación Política, Juan Javier Gómez Cazarín… las cuentas claras y el chocolate espeso.
A lo mejor en el sector público, sorprenda que uno mismo se haga “Harakiri” pidiendo que la ASF les revise sus cuentas, pero cuando se ha trabajado en lo privado, una auditoría es de lo más natural, y aquí se se trata de una tesis común: quien nada debe, nada teme, comenta El Carón, en plática previa al encuentro de América contra Pumas…
El Carón nos dice que se trata de transparentar el uso y manejo de los recursos del Palacio de Encanto y en caso de que haya alguna observación, actuar de inmediato sobre ésta.
Por cierto, hablando del presupuesto ejercido y el por ejercer en el 2021, Gómez Cazarín sorprende con el proyecto a proponer para el siguiente año: Pedirán 726 millones para ejercer en lo que será el cierre de la LXV Legislatura. ¿Y en qué radica la sorpresa? ¡Ah! Que este año se viene ejerciendo un presupuesto por 776 millones de pesos, entonces, lo que pretende El Carón, valga el juego de palabras, es que el Congreso no salga tan Carón en el 2021, al contrario, que cueste 50 millones de pesos menos.
Agrega el presidente de la Jucopo que cuando llegan al Congreso, el presupuesto asignado es por 776 millones, mismo que repitió en el 2020.
Le comento que su tentativa de presupuesto contradice la lógica de cualquier dependencia donde por lo regular, en cada propuesta anual, se pide más, en aras de que sea chicle y pegue, o mínimo, recibir lo mismo, pero acá, ¡son 50 millones de pesos menos!
¡Ahorro! Es lo que me responde el Carón… ahorro que va desde acabar con esa práctica de comprar a los jefes de bancada un auto para sus actividades legislativas, que en buen cristiano, y haciendo un chequeo a pasadas legislaturas, pedían unidades vehiculares cercanas al millón, entonces, por citar un ejemplo, en este momento que hay siete bancadas, si se mantuvieran las mismas prácticas anteriores, se habrían gastado casi siete millones de pesos… “ahora, con el sueldo que gana cada diputado, le da fácilmente para comprarse el carro que quiera” sin necesidad de sangrar al Congreso.
Otro ahorro fue el retiro del pago por servicio de celular a los diputados… en este momento, cada quien se hace responsable por este servicio que es totalmente particular.
El siguiente proyecto de ahorro está en instalar en cada curul de los diputados, una tablet para que desde allí, chequen la orden del día y demás asuntos que se trabajan en la sesión, así como la distribución digitalizada de los asuntos requeridos para evitar gastos en papelería, que implica desde la misma máquina fotocopiadora, papel, toner, electricidad y hasta por mantenimiento.
Le comento al Carón que si tiene en cuenta que si contra toda lógica, pide 50 millones de pesos menos para el siguiente año, para el presupuesto del Congreso, pondrá una vara muy alta para la Legislatura LXVI, sea la mayoría que sea, incluso si fuera de Morena, y me responde que se trata de ahorrar de la manera más simple: haciendo un lado las prácticas innecesarias, ajenas al quehacer legislativo, como las ya anteriormente citadas o como las millonadas empleadas en baños o los gastos exorbitantes ¡hasta por galletas! Así que ya saben: va por 50 millones de presupuesto menos el Congreso de Veracruz…
Cecytev: Entre lo ilegal y absurdo
Empleada del Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos del Estado (Cecytev), el pasado primero de septiembre, fue diagnosticada con Covid-19. Fue un mes complicado, como el que muchos saben, cuando de un modo u otro han tenido a un amigo o familiar víctima de este virus…
Tras los exámenes de rigor, por fin fue dada de alta. Este lunes, volvió a su jornada laboral y contrario a lo que uno se imagina, al regresar de un evento como el vivido por el Coronavirus, fue recibida con la petición de renuncia. A todas luces, todo un hecho de injusticia, pero demuestra de lo que está hecho el director Javier Baizabal Cordero, y cimenta la idea que se empieza a generar en la sociedad en torno a la Cuarta Transformación: insensibles, ineptos, indiferentes, incapaces.